martes, 27 de marzo de 2007

Y si...




El genial escritor portugués José Saramago ha desarrollado parte de su obra sobre la base de situaciones hipotéticas, bastante extremas, que suponen un buen desbarajuste de la vida en sociedad, quizá como consecuencia de sus raíces anarquistas.

Así en "Ensayo sobre la Ceguera" todo un pueblo, inexplicablemente, sin razón aparente aluna, queda ciego, salvo unas pocas personas que quedan para guiarlos, desencadenándose una serie de situaciones que ponen de relieve la naturaleza de la condición humana, con todas sus grandezas y sus miserias.

Luego vendría "Ensayo sobre la Lucidez", donde este pueblo hipotético, sin concertación previa, no concurre a un acto comicial, desatando las más disparatadas reacciones por parte del gobierno.

Finalmente, "Las Intermitencias sobre la Muerte", en que la gente comienza a dejar de morir, de buenas a primeras ya nadie muere. Las especulaciones que se suceden son también desopilantes y para reflexionar.

Pero me parece que a Saramago se le ha olvidado plantear una situación hipotética, y aquí le voy a dar la idea: ¿y que pasaría si un día la gente dejara de delinquir?

Imaginemos por un momento esta situación: ya no hay más robos, no más homicidios, no más violaciones, no más defraudaciones, no más falsos testimonios, no más nada.

Me he planteado una situación de esta índole y se me ocurre que las consecuencias podrían ser tanto o más catastróficas que las derivadas de una guerra.
  • Todo un aparato estatal que se vuelve ocioso: jueces, fiscales, defensores, empleados públicos, etc. dejan de tener razón de ser.
  • Bufetes de abogados especializados en quiebra.
  • El Servicio Penitenciario desocupado
  • Proveedores para la hotelería de los presos a otra cosa
  • Periodistas que tienen que redimensionar su actividad y ocuparse de otros temas (diarios, televisión, radios, revistas)
  • Librerías especializadas en textos de criminología, derecho penal, procesal penal y otras yerbas condenadas a dedicarse a novelas de Corín Tellado.
  • Compañías aseguradoras que pierden un mercado rentable al borde del colapso
  • Comercio en general entrando en pánico: vendedores de alarmas, de rejas, armas para la defensa

Estoy seguro que me olvido de un sinnúmero de rubros que se podrían incorporar al listado (como por ejemplo los blogs que se ocupan de cuestiones penales). Pero lo que es evidente es que la catástrofe adquiriría magnitudes impensadas, colocando a la civilización contemporánea al borde del abismo.

¿Es que tendremos que agradecerle a la delincuencia por su benéfica labor en favor de la humanidad?

2 comentarios:

Fabiana Bump dijo...

Algo de eso había en el Fausto de Goethe, si mal no recuerdo de cuando estudiaba.
Y en otros escritos vernáculos también.
O sea, los problemas que habría si la gente se portara bien.
En fin, todo un despelote social creado por el "bien".

Dieguistico! dijo...

Aubry, no te preocupes. Todos esos recursos que quedarán ociosos no se van a esfumar, sino que se van a dedicar a otros usos más productivos, al menos si dejamos que la gente decida libremente que hacer con esos bienes. Por ejemplo, los fabricantes de rejas podrían reconvertirse en fabricantes de parrillas, los empleados públicos podrían dedicarse a plantar flores en las plazas o ponerse un maxiquiosco, las compañías aseguradoras seguro que van a encontrar algún otro mercado rentable... Es decir, las fuerzas del mercado van a hacer que todo se reacomode espontáneamente... Lo único que me preocupa son los abogados.... ¡sinceramente no se que podríamos ofrecerle de útil a la sociedad! ;P