jueves, 26 de abril de 2007

La Bella Durmiente


De acuerdo a lo que informa el diario "Perfil" del domingo pasado (22/4/07) resulta que se habría determinado que el "sueño" es tan peligroso como el alcohol al momento de cuantificar los accidentes de tránsito.

Como el Estado se encuentra embarcado en una campaña tendiente a evitar todo tipo de riesgos y sancionar a los que incurran en ellos, ya hace tiempo que inventó un aparatito que mide la cantidad de alcohol en sangre, de tal modo que, independientemente que uno se desplace a 20 kms por hora, atado con cinturón de seguridad de 5 puntos, con casco y buzo antiflama, con todas las luces encendidas, parando en todos lo semáforos, de igual manera, de superar los límites de alcoholemia permitidos, se hará pasible de una multa bastante suculenta, como asimismo de la inhabilitación para conducir, primero por 6 meses, luego por 1 año y finalmente en forma permanente. Insisto, todo ello independientemente que se haya generado algún riesgo en forma concreta y efectiva.

Resulta que ahora dos científicos habrían inventado otro artefacto que mediría "la cantidad de sueño" que tiene el conductor al momento de ser detenido por la autoridad de control.

Me imagino la situación. En primer lugar habrá que implementar los operativos en el medio de la ruta, ya que cuando el conductor recién sale de viaje, difícilmente pueda tener sueño. Entonces, el operativo se ubicaría en el km 944 de la ruta que une Río Colorado con Choele Choel (por ejemplo). De detectarse que el conductor se desplaza con algún nivel de somnolencia (además de la multa) deberá ser conminado a estacionar en la banquina y dormir 3 ó 4 horas (de acuerdo a los niveles de sueño), todo bajo la atenta vigilancia del Cabo Pereyra, que deberá controlar a su vez que el conductor no finja que está durmiendo, sino que efectivamente duerma, para lo cual se le colocarán unas sondas cerebrales que registren la efectiva actividad neuronal.

En caso que el conductor viaje acompañado por terceras personas (especialmente si dentro del pasaje se encuentran niños) los mismos serán invitados a abandonar el vehículo para no perturbar el sueño del conductor, siendo que se implementarán picados de futbol para los varones, partidas de canasta para las señoras y peloteros para los púberes (mostrando de este modo una imágen más humanizada de la autoridad de contralor).

Considero que la función estatal de minimizar riesgos debería implementarse en otras áreas, hasta llegar a deteminados niveles de seguridad vial total. Por ejemplo, paso a esbozar algunas ideas:

  1. que ningún vehículo viaje a contrasol, para evitar encandilamientos o una perfecta visión de la ruta. Por ejemplo, por la mañana temprano quedará prohibido viajar de la provincia de Buenos Aires a la de Mendoza, y por la tardecita no se podrá ir de Catamarca a La Rioja.
  2. es sabido que la radio (sobre todo cuando pasa música) contribuye al adormilamiento del conductor. En adelante el Comité Federal de Radiodifusión exigirá a sus estaciones que cada 10 minutos y por espacio de 30 segundos, se emita el sonido de una sirena estridente, idónea para sacar del letargo al posible conductor somnoliento (que nos disculpe Ketama o Mario Mactas).
  3. en todas las cabeceras de ruta se instalarán modernos equipos médicos, exigiendo al conductor que decide aventurarse a la ruta, que en forma previa rinda un exámen de aptitud psico-física, principalmente encaminado a determinar la posibilidad de sufrir un infarto de miocardio en pleno arte de conducir, un ataque de hemiplejía u otro de algún tipo de insuficiencia que sea idóneo para perder el control del vehículo.
  4. en ambos laterales de la ruta se colocarán lonas verdes, de unos 3 metros de altura, para evitar que los conductores se distraigan mirando para los costados la cantidad de vaquitas, un molino o cualquier otra pavada que lo pueda sacar de la elevada función que desempeña.

En fín, podríamos continuar enumerando medidas preventivas que se podrían adoptar para minimizar los riesgos de la conducción vehicular, pero pregerimos dejarlos librados a la imaginación de los amigos.

Un amigo que tenía (hoy fallecido) siempre decía que no había que tenerle tanto miedo al indio como al bolazo. Sabia reflexión.

5 comentarios:

Claudia dijo...

Hola, buenisimo el post.
Hace 10 minutos que no puedo parar de reirme.
Gracias por el buen momento.
Saludos

Fran N. Ferrón dijo...

jaja aubry et rau se nos ha vuelto un humorista.
Es increible como pueden crear ilicitos sobre la base del riesgo, cuanto todavía los doctrinarios no estan de acuerdo en qué cosa es la causa y demás conexiones de la causalidad y el resultado.

Fabiana Bump dijo...

¡Genial!

Alberto Bovino dijo...

Obrí:

NO dés malas ideas que si te lee la legislatura porteña lo transforma en ley.

Abrazo,

AGanado

Juan Pablo Iriarte dijo...

Sí Sí, muy buenas propuestas. Pero para que sean eficaces deberíamos desarrollar un sistema para que el Cabo Pereyra no se quede dormirdo... y así sucesivamente hasta que tengamos un mega sitema (algo así como una meta garantía contra la posibilidad del bostezo, que deberíamos consagrar cosntitucionalmente) hasta lograr que nadie pueda bajo ningúan aspecto siquiera contagiarse del bostezo de otro bípedo.

Campaña "Por un mundo sin sueños"

Muchas leyes, mucho ruido, mucha luz, mucha gente, mucho de todo.

Así estaremos más tranquilos, no?