- es sabido que uno de los sectores más propicios para los accidentes son las curvas en las rutas. Conductores desaprensivos que se adelantan, otros que desatendiendo su arte y se salen del carril, quienes muerden las banquinas y colean (a propósito, no estaría mal suprimir las banqinas y hacer todo ruta, por ejemplo de 75 metros de ancho). Propongo entonces que se supriman las curvas, que todo sea recta, una gran recta de Bariloche a El Bolsón, otra recta entre Mendoza y Las Cuevas, y así sucesivamente. ¿Cuantas vidas inocentes se ahorrarían?
- las lomas impiden divisar si del otro lado viene circulando otro rodado, uno se adelanta confiado y viene el palo. Escollos geográficos de esa índole deberían ser suprimidos con la construcción de puentes y túneles que posibiliten que la cinta asfáltica se encuentre a nivel.
- los choques frontales suelen ser fatales y luego no queda otra cosa que lamentarse. Creo que debería examinarse la conveniencia de establecer horarios en las rutas. Por ejemplo, de 7 a 8, toda la circulación de Guardia Mitre para Buratovich, de 8 a 9 de Buratovich para Guardia Mitre, y así sucesivamente. ¿Qué le cuesta a los conductores apurados, cuando ha transcurrido su horario, salirse a la banquina, ponerse bajo un árbol, hacer introspección y de paso echarse una siestita? Una reglamentación de esta índole traería aparejado el retorno a los viejos tiempos, donde la gente no andaba tan apurada y tenía tiempo para reflexionar, mirando al cielo y las estrellas. Además los viajes tendrán el condimento de la aventura: las 11 horas que antes demandaba trasladarse desde Buenos Aires a Neuquén ahora se duplicarán, dejando un precioso tiempo libre para imaginar travesías, divisar aves, estudiar la vida de las hormigas, y tantas otras actividades cautivantes.
- ya está prohibido circular por la vía pública hablando por teléfono celular para evitar que el conductor se distraiga. Considero que esa sana directiva debería ampliarse y prohibir que el chofer hable con sus acompañantes. ¿Es menos distractivo hablar con un interlocutor invisible por teléfono, que hacerlo con uno que tenemos en la butaca izquierda? Se aducirá que el uso del celular no sólo está referido a la distracción de la conversación, sino al hecho que en esas circunstancias el conductor tiene una mano ocupada. Es verdad. Por lo cual deberá sancionarse a todo chofer que separe, por cualquier motivo que sea, las manos del volante. No más fumar (se paso se preserva la salud, no más prender la radio ni cambiar de dial, no más ademanes al hablar, no más el brazo en la ventanilla. Como es natural, ello obligará a que los vehículos habilitados para rodar tengan que ser exclusivamente los automáticos, donde no sea necesario hacer cambios, y con eso distraer una mano del volante.
- la nocturnidad es algo terrible, es el horario del día en que mayor cantidad de accidentes se producen. Se impone la inmediata iluminación de rutas y caminos. Luminarias incandescentes evitarán que se pueda divisar correctamente todo lo que sucede sobre la cinta asfáltica.
- ¿cuantos accidentes se han producido por conductores que se han distraído leyendo carteles viales que aconsejan prestar atención en el manejo? Deben eliminarse todas las señales de tránsito, máxime en la medida que, como se propicia, las rutas argentinas deberían estar diseñadas en línea recta y con un solo sentido de circulación.
- ¿cuál es la razón de los controles selectivos? ¿cuantos potenciales ebrios, somnolientos, chicatos y demás se cuelan por los entresijos de la selectividad? Puestos a controlar, el control debe ser total. Y buscar los momentos de mayor efectividad. Enero. Ruta 2. 14 horas. Bloqueamos el loco fluir de vehículos en forma total y a soplar, ver el nivel de sueño, comprobar la agudeza visual, chequear la documentación, etc, etc, etc. ¿Qué se producirán largas colas? Ahí están los agoreros de siempre, egoístas e individualistas que no les importa ni la vida ni la seguridad del prójimo. Son las pequeñas restricciones a la libertad individual en beneficio del bien común.
No quiero agotar a los eventuales lectores con las digresiones precedentes, aunque prometo continuar ampliándolas.
Pero lo que sí no puedo soslayar es convocar a la ciudadanía a la responsabilidad cívica que exige la hora: señores, hay que agudizar el ingenio a los fines de suprimir de la faz de la tierra los peligros potenciales, cueste lo que cueste.
Muchas gracias